Hay colores que nos traen recuerdos y memorias del pasado, ese es el caso del color azul en mí.

Desde pequeña en los días duros de invierno, cuando lo más importante era estudiar y sacar buenas notas, soñaba a que llegara el verano, ¿para qué? para estar libre de obligaciones haciendo lo que más me gustaba en el mundo: NADAR.

El verano desde que tengo uso de razón para mi es AZUL, el cielo, la piscina y el mar, olor a cloro y a sal y a hierba seca. ¿Os acordáis de la serie «Verano Azul» ? para mí el nombre era redundante porque una cosa implicaba la otra. Esa serie además se rodó los años que nosotros veraneábamos en Nerja (Málaga).

Ha sido así siempre, hasta que un verano mis padres me mandaron a Francia a estudiar francés y otro al Reino Unido a estudiar inglés. El primer día que me asomé a la ventana cuando me desperté y vi que el cielo estaba gris, «horror¡¡¡». Eso era imposible… para una chica nacida en el Sur del Sur, acostumbrada a lidiar con «la calor» desde mayo a septiembre, a estudiar los exámenes finales cayendo gotas de sudor en el folio, si, si …(y entonces no había aire acondicionado, al menos en mi casa, ni en el piso de Córdoba donde estudiaba).

Después de comer, la siesta era obligatoria. Era la única forma de que, en una casa con 4 hijos, hubiera un poco de tranquilidad y se pudiera pasar ese tiempo, en el que las chicharras atronaban con sus chirridos. La vida se detenía. Y con la excusa de que «hay que hacer 2 horas de digestión» teníamos que aguantarnos de volver al agua. Yo aprovechaba ese tiempo para leer todo lo que caía en mis manos y cuando mis padres estaban dormidos me escapaba a la piscina a hacer largos y largos hasta que me descubrían.

En esos viajes fuera de España descubrí que otros veranos son posibles. Que había lugares en el mundo donde se podía estar al aire libre desde la mañana a la noche, se podía practicar deporte a cualquier hora e incluso comer en el exterior de las casas….todo un descubrimiento. En ese tiempo soñaba con tener todo, calor para bañarme, fresquito para dormir y salir al aire libre a cualquier hora por bosques verdes y húmedos….

Y lo que es la vida…ahora me ha llegado, y a estas alturas ¡estoy disfrutando estos contrastes a tope!.

– Cuando voy a Córdoba el calor achicharrante me recibe. Es curioso, ya no lo sufro, hasta me gusta, me parece que forma parte de la esencia de Andalucía. El agua de la piscina a veces está hasta calentita, vuelvo a disfrutar las siesta y a recordar esas vivencias que me acompañan.

– Después vuelvo a la Sierra de Madrid donde también hace calor, es diferente, las noches son frescas y hasta hay que cerrar las ventanas,  las piscinas tienen que cubrirlas por la noche para no se queden heladas  y los cielos siguen siendo azules intensos.

– En agosto disfruto otro verano, esta vez en Galicia. Es un verano verde y azul, donde llueve algunos días (cada vez menos) y puedo pasear a cualquier hora. Eso sí, el agua del mar no está está fresquita, sino….helada¡¡¡. Y una carambola del destino, el nombre del pueblo gallego donde veraneo es Nerga (solamente una letra lo diferencia del de mi infancia Nerja). Ah, y ¿sabéis cómo lo pronuncian las personas del lugar? Nerja con j, jaja¡¡¡

A propósito, además que el azul es mi color preferido definitivamente, es el color del chakra de la garganta, relacionado con la comunicación, y a eso me dedico ¡ a compartir y a acompañar a personas con formaciones y sesiones….qué interesante ¿verdad?

Son tiempos inciertos. No quiero nombrar lo innombrable porque ya estoy cansada de tantos malos augurios. No voy a permitir que nada ni nadie me baje de esta vibración desde la que me propongo vivir esta estación. Y te invito a Ti a que no te dejes arrastrar por los comentarios, que pongas distancia con personas, noticias, lugares oscuros.

Y vuelve a vivir un verano del color que decidas. A vivir intensamente, en presente. 

Ojalá te decidas a compartir qué te parece lo que he escrito, a compartir tu color del verano o lo que quieras…..en los comentarios a este post. ¡Me encantará leerte!

Feliz Verano Azul querid@s¡

Y te propongo un post que habla cómo nos ayuda meditar en estos tiempos de crisis.