¡Aquí en España estamos en primavera!. Lo dice el calendario y no hay más que ver el espectáculo maravilloso de los campos de cereal verde que te quiero verde, los brotes en los viñedos, el azahar en los naranjos, los balcones de mi barrio cargados de macetas en flor. En fin, todo un espectáculo.

Primavera como estación es aquella cuya tierra se ha preparado pacientemente por el agricultor. La misma tierra que ha recibido el agua de la bendita lluvia, los huertos de verano se han sembrado, los campos florecen, la tierra se despierta y empieza a brotar todo. Si hubiera estaciones «femeninas» y «masculinas», para mi, ésta sería la estación con más energía femenina de todas. Energía creadora, la tierra dando vida….

Me gusta esta estación pero este año además, estoy aprovechando para algo que me cuesta muchísimo y que es disfrutar esa parte de energía «femenina» en mi. Recibir los regalos que la vida me ofrece, nuevas semillas, remover lo que hay que remover y abonar lo que hay que abonar, trasplantar, podar lo que no, quitar lo que estorba a la nueva cosecha, escucharme, detenerme..

Preguntas que puedes hacerte…

  • ¿hay algo que quiero dejar atrás?,
  • ¿qué deseo abonar?,
  • ¿cuáles semillas me permito recibir?

Espera y acepta la respuesta. Después puedes o no hacerlo, pero ya lo sabes.

De ahí el enunciado de este post, de ahí lo de vivir esta estación conscientemente, con esta luz y con esta claridad.

⇒¿Quieres saber más acerca de «Cómo vivir conscientemente»? Mira el post «Que cada día sea TU DIA» o «Vivir desde el corazón».

Seguimos¡¡¡