Me siento afortunada por haberme dado cuenta de que la vida tal y como es tiene sentido. De que soy más que un cuerpo, una mente y unas emociones, que mi alma ha venido a evolucionar y experimentar en este plano y que la muerte es una parte de la vida, a vivir con más alegría y más confianza, a confiar en mi en mi poder de autosanación y a hablar y comunicarme con los guias, a descubrir el camino y el propósito de mi alma y cómo manifestarlo.

Y ese haberme dado cuenta ha sido un camino  de elecciones que por supuesto ha tenido sus consecuencias.

Recordar quién soy y quién no soy, de dónde vengo, del papel de mi familia de sangre, del trabajo, de los hijos, de la elección de pareja, de atravesar baches de salud, de que algunos amigos se hayan apartado a un lado, de escuchar comentarios y críticas a mis decisiones de dejar un trabajo estable, de elegir ser espiritual, de dejar de comer carne, de elegir vivir en la otra punta de España lejos de mi lugar de nacimiento y donde está mi familia de sangre….

Y ese camino no lo he hecho sola, ha habido muchas personas con las que seguro tengo un pacto de almas que me han acompañado en algunos tramos  y que me siguen acompañando.

Bendigo este camino que por momentos ha sido desesperante pero que me ha permitido vivir más consciente y con un sentido trascendente de la vida.

Comparto algunas prácticas desde el corazón,  que me ayudan a recordar que la vida  tiene un sentido…seguro que Tú tienes las tuyas pero …aquí estamos para compartir y eso es lo que hago desde la humildad y con vocación de servicio.

  • prácticas de atención plena, de contemplación
  • meditación
  • estudiar y leer para conectar con la mente abstracta.
  • practicar una vida sencilla, con hábitos de vida saludables cuidando el cuerpo físico, la mente y las emociones
  • nadar, meter los pies en ríos, arroyos, disfrutar del agua en todas sus formas, me tranquiliza y entro en un estado de conexión profundo.
  • disfrutar de Quillo y Cloe, de Bribón y Gaia, estar con ellos, comunicarme desde otro lugar que no es verbal, es energético, me hace ser más consciente de cuánto tengo que seguir aprendiendo.
  • practicar una actitud de amor y respeto por todo en la creación y confiar en la vida y en los demás.
  • -aceptar la vida tal y como es
  • dejar de juzgar y de quejarme
  • -manifestar los dones y talentos
  • descubrir el propósito del alma y manifestarlo con alegría y con determinación
  • ser más que hacer
  • vivir en un medio lo más natural posible, evitar la contaminación, los lugares densos
  • abrirme a nuevos encuentros, a seres que están en la misma vibración, con intereses similares, creando una comunidad de almas que son la familia espiritual.
  • Y vivir la vida plenamente como un regalo precioso y valioso

Por eso te invito a que te des cuenta de que más que encontrar el sentido de la vida es VIVIR UNA VIDA CON SENTIDO.

Y te preguntarás ¿con sentido? Si, con sentido de trascendencia, más allá de lo material, del matrix en el que nos encontramos, de la proyección holográfica que vamos creando como “realidad” y que no es más que una ilusión colectiva. Crear nuestra propia realidad, quitarnos los velos que nos impiden ver claramente que estamos aquí para evolucionar, aprender, exprimir la aventura de la vida confiando en que estamos cuidados, atendidos, amados….en el océano de la conciencia y por la fuerza divina creadora.

Resuenas con esto que te cuento? Te invito a que hagas la pregunta de

¿Tiene mi vida sentido?

¿O vivo la vida con sentido?

¿Qué estoy haciendo para que así sea?

Si te apetece hacer algún comentario estaré encantanda de leerlo. Gracias¡

Un fuerte abrazo