Buenos días de miércoles, en este post os cuento que he tomado una decisión de cambio en lo externo y ¿de qué me he dado cuenta?: La vida es cambio y el cambio es vida.

Vamos por ello…

Estos días, aprovechando la situación, estoy haciendo cambios en la web y me doy cuenta que tomé una decisión de cambiar mi color de pelo justo antes de la declaración del estado de alarma por el Covid-19.

Y esto me da pie para compartir unas reflexiones sobre desde qué lugar tomamos las decisiones en nuestra vida. A todos los niveles, a nivel personal o profesional, da igual, es lo mismo.

Cuando hablo desde «qué lugar» me estoy refiriendo a si las tomamos desde nuestra esencia o desde nuestro ego.

Hablaremos del ego en profundidad en otro post, pero ahora lo que siento comentaros es que:

La esencia es nuestro ser, eso que somos desde siempre, la semilla donde se contiene todo nuestro potencial.

¿Qué es el ego? es esa parte de nosotros que recubre precisamente esa esencia, esa semilla. Programaciones que hemos aprendido por nuestra educación, entorno, cultura….y que hemos comprado que SON VERDAD. Por esta razón, la mayoría de las veces rigen nuestra vida.

El despertar es darnos cuenta precisamente de eso. ¿Desde qué lugar estoy viviendo mi vida o tomando mis decisiones?. Tenemos que re-encontrarnos diariamente con nosotras y conectar con ese espacio sagrado. La meditación es un buen camino.

Yo me lo pregunté hace 15 años y ahora estoy encantada de haber picado piedra. Realicé el camino de atravesar esas capas duras en mi y experimentar cada vez más mi esencia. Y como yo, muchos de vosotr@s.

A ver, también os digo que hay veces que ni me entero (la mayoría) que estoy actuando desde programaciones como «la niña en mi», «la controladora», «la sabelotodo», «la triundadora»…..Uff ¡qué «jartura«!, como decimos en Andalucía.

Y eso me pasó con el tema de mi cambio de color de pelo…

Resulta ser, que vengo de unas programaciones familiares y sociales (como muchas de nosotras) donde «pelo blanco o canoso es igual a vejez, feo, desarreglado, no me pega, ya llegará, en un futuro». Y es que mi familia de sangre es «canosa» desde joven. Recuerdo a mi querida abuela Juana toda la vida con un moño bajo y un precioso pelo blanco, a mi padre desde muy joven con el pelo espeso y blanco, a mi madre bregando toda su vida con las canas, hasta el final que lo tuvo como yo ahora. Además, con mis hermanas empezamos las conversaciones sobre el tema y cuando nos encontramos decimos «qué rollo de canas, hace nada que fui a la pelu y ya me están brillando».  Bueno de ahí vengo, o sea estoy programada para teñir mi pelo.

Ojo, no quiero que esto se convierta en un «alegato al pelo canoso» y que las peluqueras me pongan la cruz eh?. Os hablo de mi experiencia y de qué aprendo con cada cosa que me pasa. Así que por favor cuestionad todo lo que os digo y experimentadlo vosotras.

En fin, que cuando este mes de marzo (a principios) viajé a mi pueblo para estar con los hijos y la familia tuve un impulso de cambio. Justo el día después, se declaró el estado de alarma aquí en España, ¿una premonición?.

Me levanté por la mañana, me miré al espejo y no me reconocí. Llamé a mi amiga Aurelia que tiene un salón de peluquería precioso y unos productos excepcionales y le dije «estoy harta de teñirme, ¿qué me propones?». Pero…cabe mencionar que, no fue un acto que lo hice desde la valoración de mis ancestras, de mi misma, sino desde el enfado. «la niña en mi» que te comentaba sale a veces, ¿Recuerdas?.

Aurelia, amorosamente, me aconsejó que me aclarara el pelo y así el cambio hacia el gris sería más progresivo. El resultado está en la foto de éste post.

No os voy a negar que, al principio, parecía que estaba viendo a todas las mujeres de mi familia en la imagen que veía al mirarme al espejo. Me removió muchísimo y hasta dudé. Sin embargo, cuando volví a mi casa y ya disfrutando la reclusión allí, he tenido tiempo de meditar y darme cuenta que:

estoy manifestando quién soy en esencia, me he reconciliado conmigo y con mis ancestras y he dado las gracias a mi ego (enfermo) porque ha hecho su función este tiempo. 

¿Y sabéis lo mejor? que esto es el principio solamente. Después de una semana en estado de shock con esto de la pandemia, he vuelto a reconectar con mi propósito de vida. Y ahora estoy inmersa con mi querida LauraDelgado en un proceso de renovación de la imagen y mensaje de mi sitio web. También en la creación de un canal de Youtube para compartir éstas y otras reflexiones en video, más visuales.

Ahora te toca a Tí, si me has leído hasta el final te lo agradezco y como ya has despertado, te propongo un ejercicio:

Elige una decisión (da igual la que sea) y pregúntate ¿desde qué lugar has tomado esta decisión? ¿qué has aprendido gracias a que tu ego ha aparecido? y si te apetece compartir en los comentarios o en redes ¡seria genial! Porque lo que te pasa a Ti, igual que lo que me pasa a Mi, puede iluminar a otr@s.

Besos ¡¡¡