Llevo varios días dando vueltas a la cabeza sobre mi actividad profesional. Ahora finalizo un máster en mediación y me ha surgido la oportunidad (gracias un prestigioso y generoso abogado, Gregorio, fundador del despacho de abogados Jiménez Castillo Abogados) para prestar servicios profesionales como abogada y mediadora. Estoy bastante removida y hasta se me ha ido el sueño. En el fondo de todo, tengo la sensación que el cáncer ha removido algunos cimientos en mi.

Voy a hablaros de miedo, el cáncer y la misión de vida.

El miedo ha aparecido de una forma encubierta, y no es para crear expectación y que sigas leyendo. Es la forma más común de que aparezca y que solamente se puede “detectar” si estamos conscientes.

Os cuento primero la situación y después el antídoto que estoy poniendo en práctica para neutralizarlo, o más bien para integrarlo y para trascenderlo.

En el programa Vida Integral dedicamos una sesión a este tema, y también en los talleres Horsense Spain de Inteligencia Emocional. Pues bien, el asunto es que el miedo es la emoción que nos ha permitido sobrevivir desde el principio de los tiempos, gracias a poder experimentarlo nos ponemos a salvo cuando estamos en peligro. O bien, adoptamos las precauciones necesarias para prevenir accidentes, e incluso, salvar la vida.

Lo que nos ocurre a much@s es que hay veces que sin haber un peligro claro ni una situación alarmante, no sólo tenemos miedo sino que además lo sufrimos.

La pregunta para detectar de dónde viene el miedo, o bien qué lo provoca es ¿Qué peligro real hay en esta situación? Y cuando la contestamos nos damos cuenta que a veces vivimos «alerta» ante situaciones que no entrañan un peligro real. Es la mejor situación para DECIDIR salir de esa situación y dejar ese automatismo. A partir de ese momento, podemos empezar a disfrutar de la libertad emocional, es decir, podemos transformarla.

Pues bien, el cáncer no me ha traído un miedo a la muerte. Visto que ya he muerto conscientemente en alguna práctica con mi Maestro Avihay Abohav y porque, incluso, en esta vida, he muerto conscientemente (he dejado atrás muchas etapas ). Además soy consciente que soy más que mi cuerpo …..o sea, que eso ¡fuera!…ese miedo no es….

Ha aparecido el miedo pero encubierto en “peligro a no tener fuerzas o forma física o creatividad o…..para seguir adelante con mi actividad profesional”. Y eso me ha llevado a angustiarme para encontrar una actividad más convencional , más “cómoda”, más “estable”….

¡Y  claro¡¡¡ dado que siempre creamos lo que creemos, el universo me ha traído la oportunidad de desarrollar mi actividad profesional como abogada. Mi psiquísmo me ha llevado a creer que si hago algo más “convencional” a lo mejor el peligro desaparece. Y no solamente eso, es que me he ido de un polo a otro. He centrado mi atención en la mediación y abogacía. y he dejado apartado todas las actividades que he creado durante cinco años y ¡que me apasionan!

Por esta razón, llevo un mes que estoy inquieta. No consigo concentrarme, siento que me faltan las fuerzas y hasta me he planteado que es el efecto rebote de la serenidad de la que he disfrutado este verano. Hasta he perdido el sueño. O sea, que todas las alarmas han saltado…

Y lo curioso es que ya lo sabía…pero me he resistido a re-conocerlo. Tras una noche en vela y como estaba haciendo oídos sordos a mi intuición, se suma una llamada valiosísima (si, si, es verdad, ¡recibí una llamada telefónica!)  que me ha puesto sobre la pista. Si, como siempre Avihay estaba aquí, cuando más lo necesitaba.

Después de conversar unos minutos, me ha preguntado ¿cómo estás?, y no he podido decirle más que la situación en la que me encuentro. Su respuesta ha sido la siguiente (palabras más o menos):

“Cuando despiertas desde la persona al Ser y te descubres quién eres, puedes dedicarte a todo lo que quieras pero sabrás si lo que haces es lo que has venido a hacer aquí si sientes un flujo de amor hacia lo que haces y cómo puedes servir más y mejor a los demás sintiendo ese flujo de amor”

¡Eureka! respuesta encontrada. Mil gracias Avihay y mil gracias a mí misma. Integro en mi actividad profesional quién soy y cómo puedo servir mejor a los demás desde ese amor y esa luz que soy, y eso voy a hacer…

Voy a seguir acompañando a personas en procesos de cambio y toma de decisiones en su vida.

En resumen, seguiré ofreciendo:

  • sesiones de consultoría y evolución,
  • sesiones de meditación y sanación,
  • talleres a adultos, jóvenes y emprendedores, disfrutando de la naturaleza y de los caballos como facilitadores en todos estos procesos, y por supuesto
  • la comunicación y la mediación como fórmula de resolución de conflictos.

He decidido que lo que hago es valioso y que debo mimarlo, cuidarlo y alimentarlo como si de un bebé se tratara…porque cuando mimo, cuido y alimento lo que hago, me nutro y me alimento yo misma. Y sólo entonces, la energía fluye y todo es fácil.

Gracias Gregorio, gracias Avihay , gracias a la Vida.

Seguimos¡¡¡