La Meditación es el Arte de Ser

Avi Hay Abohav

Después de muchos años guiando retiros y ofreciendo sesiones semanales de meditación este año vuelvo a la carga porque para mi meditar es la base del camino espiritual.

En este post te cuento cómo empecé, qué beneficios me trajo y en qué consiste la actividad del circulo de meditación.

La primera vez que me vi en una sala sentada sobre un cojín de meditación en círculo lo primero que pensé fue ¿qué hago aquí?, mi cuerpo gritaba, la espalda me dolía, las articulaciones de las piernas ni te cuento, los huesos que sobresalen a los lados de los tobillos no sabía dónde ni cómo colocarlos porque me dolían una barbaridad en contacto con el suelo, las manos no sabía dónde ponerlas y ya cuando miré a mi alrededor y observé las posturas relajadas de mis compañeros, los ojos suavemente cerrados y las caras de serenidad mi mente se desató y los pensamientos brotaban sin cesar “seguro que llevan años practicando”, “nunca llegaré a ese estado”, “tengo una mente muy poderosa y no estoy hecha para esto”….

También observé que otros participantes en la sesión optaron por tumbarse en el suelo plácidamente y ahí mis pensamientos saltaron “estos se quedarán dormidos seguro”….

Algunas personas se sentaron con la espalda apoyada en la pared y encontré una oportunidad para al menos estar un poco más “cómoda”, los imité inmediatamente pero un poco mosca porque suponía que esa forma de sentarse no era lo “ortodoxo” y que quizás el guía de la sesión nos llamara la atención. …..

Bueno la realidad es que en esos momentos mi vida era un caos total, me sentía como una marioneta a la que el trabajo y la familia movían de un lado a otro, iba en automático. Por seguir la metáfora que Emilio Carrillo propone, el conductor (mi esencia) estaba completamente desconectado del coche y de toda la realidad, quién realmente llevaba mi vida era el coche que como un coche sin conductor seguía unos programas automáticos instalados desde no se sabe cuándo.

Así que en busca de un poco de luz y de serenidad decidí apuntarme a un curso – taller de meditación.

En ese momento de un frenazo el Ferrari al que iba subida (inconsciente total) se encontró en una sala de meditación y todavía estaba echando humo y a mil revoluciones…..

Definitivamente no estaba preparada para esa situación pero anhelaba un cambio y ahí estuve todo un sábado siguiendo las instrucciones que el guía del taller amorosamente iba dando. Lo bueno de esta historia es que como mi mente estaba entrenada en diseñar y seguir procesos entró directamente en el método que se iba explicando. De esta forma se tranquilizó y me permitió recorrer todo el taller hasta el punto de que al final del dia y una vez que recorrimos todos los pasos conseguí lo que después entendí que es “trascender la mente” porque me inundó una sensación de paz, amor y dicha que nunca antes recordaba haber experimentado. Y pasó sin tener que “hacer” nada, solamente dejándome llevar por la voz amorosa del guía, poniendo atención en la respiración, la intención de trascender pensamientos y emociones que me llegaban y confiando en el proceso….

La verdad es que si has participado en algún taller o encuentro espiritual habrás comprobado que la energía del grupo es facilitadora y que la entrega al proceso imprescindible.

Comencé a practicar en casa sola, cada dia un paso, cada dia unos minutos más, pidiendo a mi familia que respetara ese espacio, puse un cartel en la puerta de mi dormitorio con el mensaje “estoy respirando” y creé una especie de altar en mi mesilla de noche, puse una esterilla entre la cama y el radiador y ahí cada dia encontraba más y más paz.

De pronto me di cuenta que ya podía recorrer todos los pasos que el guía nos había recomendado de un tirón, que cada vez tenía más espacios en mi de “solamente” estar y ser.

Comencé a ser consciente de los cambios que esta práctica traía a mi dia a dia: más claridad, más intuición para encontrar soluciones a lo que antes eran problemas, más enfoque, más alegría y lo mejor es que era gratis y en casa.

Tanto lo notaron mis hijos que cuando se daban cuenta de que comenzaba a enfadarme por algo (cosa que hacia muy frecuentemente) me decían “mamá a lo mejor tienes que irte a respirar” y ahí me caían todas las fichas….

Os cuento esto porque a menudo encuentro a personas que me preguntan sobre qué es la meditación, qué beneficios tiene, que si no pueden porque se distraen, porque tienen muchas preocupaciones, que qué suerte poder hacerlo y la realidad es que el estado de meditación es un estado natural pero se nos ha olvidado y la buena noticia es que podemos volver a recordarlo pero para conseguirlo debemos ir paso a paso.

Aspirar a ir como yo iba a mil por hora y frenar de golpe es una solemne tontería, no estamos preparados y debemos prepararnos poco a poco.

Te animo a que pruebes con un método que he ido armando siguiendo la formación como terapeuta, lo que he aprendido en talleres y formaciones, que me ha llegado a través de libros valiosísimos y de mi propia experiencia de años.

Desde mi perspectiva la herramienta más poderosa para navegar en esta existencia es la meditación, es la base de todo. Observo que vivimos en el supermercado de la espiritualidad y que consumimos charlas, talleres y formaciones creyendo que así evolucionaremos y que así somos espirituales, pero nada más alejado de la realidad. El momento presente exige comprometernos con nuestra evolución, no hay tiempo de más esperas, así que más vale que nos detengamos, miremos hacia adentro y nos re-conozcamos, descubramos qué patrones y condicionamientos llevan nuestra vida, cómo trascender las perturbaciones que la mente nos trae a cada momento, trascender la dualidad, que entendamos que la Vida ES y practiquemos la confianza, la aceptación y el no juicio, que recordemos nuestra vocación de servicio poniendo en juego nuestros dones y talentos, y que también entendamos que hemos venido a este plano a aprender y evolucionar no a sufrir y actuar el victimismo.

Después de muchos años ofreciendo retiros y guiando grupos en diferentes lugares he decidido volver a ello este año 2023. Así que he preparado una sala preciosa para los días que haga fresco o que llueva (en Galicia nunca se sabe) y tenemos un espacio hermoso exterior con toda la energia del bosque a nuestra disposición para practicar al aire libre.

Y ahora ya si te cuento qué es el Circulo de Meditación es un espacio sagrado  de encuentro y crecimiento espiritual.

El programa semanal consiste en:

-Charla introductoria, preguntas y respuestas.

-Cada sesión explicaremos un paso del proceso para conseguir meditar.

-Práctica.

-Sesión guiada

-Entrega de la grabación para practicar durante la semana

Y si la tecnología lo permite ofreceremos también la posibilidad de que se incorporen a través de una sala de zoom otras personas que no puedan venir físicamente. Así que no hay excusa.

Gracias por leer este post y si resuenas contacta conmigo porque es imprescindible reservar https://carmenvalenzuela.com/producto/circulo-de-meditacion/

Seguimos¡¡

Abrazos¡