En este post te cuento lo mucho que disfruto de esta estación y de las oportunidades que me está trayendo para evolucionar.
Me encanta la sensación de andar sobre las hojas caídas, secas, levantarlas con cada paso, fotografiarlas, contemplar la gama de colores que los árboles manifiestan. Este año lo estoy viviendo intensamente.
También me encanta recoger los frutos que los castaños nos regalan: las castañas. Es increíble la fuerza de la naturaleza para producir los erizos que las contienen. Tenemos un castaño en casa que este año nos ha regalado kilos y kilos….me maravillo de la generosidad de estos árboles….Disfrutar el olor que inunda la casa al asarlas y el maravilloso sabor que tienen.
Adoro los granados, me parecen unos árboles preciosos, con esas flores rojas que se convierten como por arte de magia en preciosos frutos, cómo se van poniendo rojos poco a poco hasta que maduran. Qué espectáculo abrir una granada y contemplar la perfecta geometría de sus pepitas, el color brillante, es una obra de ingeniería natural. Siempre que las contemplo pienso “y los humanos nos creemos que somos capaces de crear obras de arte”, eso sí que es una obra de arte y riquísima. Desayunar una granada en esta época es todo un lujo, cuando estoy en Andalucia mi hijo me regala las de su huerto y es una bendición.
El olor de los membrillos me parece un ambientador natural, el olor dulce es tan agradable¡¡ y dedicar una tarde a hacer carne de membrillo es obligatorio en mi casa, como recompensa después disfrutamos de un postre exquisito para combinar con queso y con pan.
Y así podría seguir enumerando todo lo que me encantta (sobre todo desde una perspectiva gastronómica ) de esta estación.
Desde una perspectiva más espiritual lo vivo como un tiempo de preparación para la introspección del invierno y es también una oportunidad para :
- -Practicar el arte de la contemplación de todo y de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, sin juzgar.
Abriendo bien los ojos con una mirada suave, tranquila y amplia y hacerlo desde el corazón
- -Practicar el arte de estar en silencio, de escuchar sin reaccionar.
Evitar dar mi opinión sobre lo que me cuentan, sobre las noticias que escucho, sobre lo que alguien argumenta….si no me piden mi punto de vista escucho y ya ¡¡¡
- -Dedicar cada dia un tiempo a meditar y a hacer mi práctica de yoga
Cuando lo hago mi cuerpo, mente, emociones se serenan, se activa mi intuición y tengo más claridad y concentración para todo lo que el dia me trae.
- -Dedicar cada dia un tiempo a darme un baño de naturaleza, caminar en el bosque, darme un baño en el mar.
Soy naturaleza, recuerdo que formo parte de este sistema, me armoniza y me recuerda estar en coherencia y presencia.
- -Dedicar tiempo cada dia a manifestar mis dones y talentos, sin expectativas,no porque tenga que trabajar, producir algo…. No ….es porque estoy llamada a ello….con vocación de servicio.
Dedicar tiempo a escribir, a hacer un video compartiendo una reflexión, llamar a alguien que está pasando un momento complicado, sonreir , cocinar para familia y amig@s, abrazar a mis seres queridos….
- -Ser consciente de que todo tiene un por qué y un para qué, darme cuenta de que cualquier situación es una oportunidad para sacar la caja de herramientas y gestionarla,
Un ejemplo de herramienta de gestión de emociones : cuando algo me “perturba” (una conversación, un gesto, un comentario, una noticia…) me pregunto qué emoción me produce y de dónde viene, recuerdo cómo trascenderla.
Otra herramienta: observar la situación desde “arriba” como si de un teatro se tratara donde hay unos personajes que actúan en un escenario me ayuda a quitar peso, a aligerar cualquier situación y a darme cuenta de que la vida es eso, un teatro, donde venimos a representar un papel, donde somos un personaje en la apariencia pero el Ser en la esencia. Y podemos elegir dejarnos llevar por el personaje o vivir desde el Ser.
- -Hay una práctica que me encanta hacer en estas fechas como preparación para la Navidad y es aligerarme, tanto en lo externo como en lo interno.. En lo externo: arreglar armarios y cajones y desprenderme de lo que no me pongo y regalarlo o entregarlo a alguna asociación u ONG.. En lo interno: practicar el ayuno algún dia a la semana para depurarme, ponerme alguna práctica que me cueste mucho durante 21 dias, revisar qué de lo que hago ya no toca y dejarlo atrás con agradecimiento y amor.
En definitiva se trata de como los árboles dejan caer las hoja, los frutos…. porque en invierno tienen que reducir el consumo de energia al minimo….nosotros podemos hacer lo mismo….dejar “caer” algunas capas, algunas prácticas, comportamientos, apegos, dependencias, patrones, relaciones, entornos, compromisos para poder concentrarnos en lo realmente importante en este momento….que es poner la atención y la intención en nuestro verdadero Ser, en nuestra práctica espiritual y práctica de vida consciente,
Un gran abrazo y feliz otoño..
Espero tus comentarios.
Abrazos.