Hola amig@s hoy escribiré sobre el arte de aceptar.

Reconozco que me siento frustrada porque tengo una lesión en un dedo del pie derecho justo cuando me había mejorado de otra lesión que me hice a finales de agosto en el pie izquierdo. Pues, así, salgo de una y me meto en otra.

La cosa es que a cada paso que doy mis pies me recuerdan que están ahí, o bien el tobillo izquierdo o bien el dedo pulgar del pie derecho.

He «preguntado» a los tejidos de mis pies (primero al izquierdo y después al derecho) la emoción que ahí hay enquistada, la he entendido y creo que he sanado. Pero, la cosa es que todavía quedan restos de algo ahí….y confieso que me está costando mucho aceptar la situación…el arte de aceptar.

Soy activa e inquieta, me encantan los paseos por la playa, por el campo, por la montaña, practicar yoga y montar a caballo. Desde hace un año Quillo (un bodeguero) está en mi vida y, naturalmente, es activo e inquieto, lo cual, nos parecemos mucho y a diario demanda más de dos horas de carreras intensas por el monte, una por la mañana y otra por la tarde. A mi me encanta su fuerza y su energía, disfruto muchísimo viéndolo saltar como una gacelilla por las piedras y husmeando todas las huellas de animales que encuentra a su paso; es alegría y lealtad incondicional.

Pues bien, para hacer todo lo que he escrito en el párrafo anterior necesito que mis pies me respondan y parece que no están muy interesados…más bien se resisten. Y, por cierto, que primero haya sido el izquierdo y luego el derecho ya me da que pensar.

Comparto el aprendizaje que estoy teniendo estos días…

La lesión del pie izquierdo me la hice un día de final de agosto, me levanté de la siesta un poco atontada y al bajar un escalón del jardín apoyé los dedos del pie y el tobillo se giró hacia el exterior y me produje un esguince grado dos con rotura parcial de tendón.

¿Qué significa el tobillo y qué significa un esguince?

Según el «Diccionario de enfermedades desde la perspectiva emocional» de Jacques Martel (mi libro de cabecera que he recomendado mil veces o más) la parte izquierda del cuerpo corresponde con lo femenino en mi, y el esguince «resisto o vivo inseguridad frente a la decisión que tomo», «vivo culpabilidad y quiero castigarme porque resisto». La sanación vendrá cuando acepto que esta torcedura es una oportunidad para hacer cambios en mi.

Comparto que todo esto me resuena porque he pasado un largo y cálido verano en el que me he permitido disfrutar de hijos, amigas, pareja y familia. He recorrido lugares preciosos y he descansado muchísimo y claro….ha aparecido la culpa y las resistencias por permitirme tanto, increíble pero cierto.

La verdad es que dos semanas después ya estaba bastante bien e incluso empecé a ir a mi clase de yoga que tanto me aporta y a caminar y bueno….todo perfecto….

Hasta que, como «tenía que recuperar el tiempo perdido», en septiembre empecé con la actividad frenética que me caracteriza y, en esas estaba cuando, andando descalza por mi casa, al coger un libro de la librería (de una balda muy alta), se me cayó encima del dedo pulgar (el gordito) un cuadro que estaba justo en la estantería de debajo ( si, lo sé, algo rocambolesco…). Si, cayó justo en el lugar en el que se une el dedo con el pie….ahí…creía que me lo había roto…tremendo.

¿Cuál es el Significado del dedo pulgar y lesiones ahí?

«Los dedos de los pies representan detalles del porvenir» «el pulgar representa la presión que me pongo sobre los hombros y con la que exijo a los demás» , «todas las heridas del pulgar se vinculan a un esfuerzo mental, un cúmulo excesivo de ideas y de preocupaciones». «Para sanar acepto la vida y las situaciones sin hacer demasiado drama porque sé que el universo cuida de mi.»

Bueno pues ahí estoy…entendiendo que el pie derecho significa mi parte masculina, la energía de fuerza, empuje y determinación en mi. Además, entendiendo que ya no toca «hacer» desde la presión….que ya no toca estar en la preocupación. Toca otra cosa…otra forma de vivir y de estar aquí…

Fluir…

Y bueno…ayer creía que ya estaba bastante bien pero tuve que dejar mi clase de yoga a la mitad porque el dedo me gritó. Claramente todavía no tocaba….y aquí estoy enfadada, frustrada y resistiéndome a fluir con la situación.

Todo esto aparece cuando creía que ya tenía esto superado y trascendido. Ahora que disfruto tanto haciendo desde la serenidad, que todo fluye, que siento que continuamente recibo y leo señales que me traen las oportunidades que siempre he deseado. Me viene después de que una y otra vez digo que ahora toca aprender sin dolor y sin sufrimiento….

Ahora después de escribir y expresarlo estoy mejor. Escribir siempre fue una terapia para mi. Además, lo comparto porque sé que Todos Somos Uno y que quizás si lo lees y has pasado por algo parecido puede resonar en ti….y si te apetece puedes compartirlo.

Voy a seguir practicando el arte de aceptar, de agradecer y de gestionar esas emociones densas (ahora más ligeras). Voy a poner música para el alma (Ajeet Kaur y sus mantras hermosos), sentarme delante del ventanal al solecito a meditar y ver si consigo hacerle la pirula a la mente ( ufff) para conectarme con mi esencia….donde no hay dolor, ni culpa, ni enfado, ni frustración. 

Seguimos…Y te invito a leer también otra de mis notas de blog  que describe más acerca de estas enfermedades que vienen para sanar Cancer y Consciencia