COMIENZO UNA SERIE DE POST SOBRE «RENOVAR UNA CASA CON CONSCIENCIA» PARTE 1
Escribo este post como una necesidad vital de plasmar en algún sitio lo que estoy viviendo y experimentando en estos días porque estamos en plena renovación de una casa de campo con la intención de que sea un espacio para vivir y también como espacio del Despertar en Andalucia.
Los antecedentes son que no es una casa de campo cualquiera, es una casa que ha sido casa familiar casi 25 años, primero de mis padres y después cuando ellos ya no estaban de los herman@s. Hasta aquí no hay nada especial porque quizás tú estés viviendo algo similiar.
En apariencia una casa es un lugar donde vivir o en este caso un lugar que compartes con tu familia, pero en esencia
- -es un espacio que ha sido creado o construido con una intención,
- – en el que se han vivido determinadas situaciones,
- – por el que cada persona que lo ha habitado ha dejado su energia,
- – en el que hay muebles que están impregnados de la energia de esos que la han habitado…
En fin que es mucho más que un espacio delimitado por unas paredes y compartimentado en habitaciones….
Pues de todo esto ya era consciente cuando tomé/tomamos la decisión de comprarla a mis herman@s y te voy a ir contando con la intención de que se abra en ti esa puerta o ventana por la que entre más luz, te traiga más claridad sobre la importancia de tu casa y de lo que afecta a tu vida.
Empiezo por el principio porque este post es el primero de los que voy a escribir contándote el proceso
Villa Rubia fue construida por mis padres con la intención de tener un espacio en el que disfrutar en el campo cuando se jubilaran y donde reunir a su familia. Una casita con una piscina en medio de un olivar muy cerca del pueblo y bien comunicada. La disfrutaron muy poco tiempo juntos porque mi madre estaba enferma de cáncer en su fase final y fue mi padre el que la convirtió en su refugio porque también falleció apenas dos años después. Durante ese tiempo mi padre pasaba allí las tardes y fines de semana trabajando la tierra (amaba la tierra aunque se dedicaba profesionalmente a la gestión pública) más bien se desahogaba cavando sus olivos, trabajando su huerto de habas, mis hijos estaban muy pequeños y adoraban pasar fines de semana con él porque les enseñó a ver en la noche a la luz de la luna, a reconcoer los sonidos de las ranas y de los cantos de los pájaros nocturnos y mil cosas más.
Si te interesa saber más del proceso que hemos comenzado sigue leyendo el siguiente post.
Ahí vamos y ahí estamos….te seguiré contando porque en paralelo estoy siguiendo la formación Interiormismo de Andrés Tarazona que me está ofreciendo una información súper valiosa y que me está ayudando a transitar este momento con mucha luz….
Si estás pasando por una situación similar me encatará leerte en los comentarios.
Abrazos