«El Placer de cada Día» es el título de un libro de Thomas Moore, escritor y terapeuta. Lo empecé en verano y voy leyendo poco a poco, abro el libro por dónde lo dejé la última vez y leo, no porque quiera encontrar nada en especial sino por el placer de nutrirme de ideas, conceptos, experiencias de alguien que ha experimentado y le ha puesto palabras, antes que yo, a lo que estoy viviendo en este momento de mi Vida.
Moore habla de “vivir con encantamiento”, entendiendo el encantamiento como una actitud vital de sorpresa y mirada ingenua, como la de un niño, de interpretar la vida y el entorno disfrutando de las pequeñas cosas, ¡me encanta¡¡¡
Leyendo esta obra me reafirmo en estas dos palabras ME ENCANTA, y cuando lo digo lo hago conscientemente porque hace un tiempo que estoy disfrutando cada momento, cada día el presente. ¡Y eso que hay momentos que tienen tela….marinera….como decimos en esta tierra!
Y ¿qué significa VIVIR desde la perspectiva del ENCANTAMIENTO?
Le he dado alguna vuelta y he escrito una lista de mis momentos de encantamiento:
- Ir a la cama por la noche diciendo a las personas que me rodean que las amo y deseándoles felices sueños;
- Abrir un ojo por la mañana y descubrir con alegría que respiro y que todavía estoy aquí en este plano para disfrutar de todo lo que el día me trae;
- Salir a andar temprano y decir buenos días a mis vecinos, ir por el campo y oler a rocío de la mañana, sentir el frío en la cara, sentir mis músculos cómo despiertan poco a poco, escuchar los pájaros, oír el rumor del agua del rio que a pesar de la sequía sigue fluyendo;
- Desayunar en el patio (aunque ya hace un poco de rasca) fruta de temporada, kalanchoe, pan de espelta, aceite, miel y mi café con leche de almendras;
- Ir a mi oficina y planificar el día, venirme abajo porque mi cuenta del banco está hoy con un saldo bajo mínimos, recordar que esta aventura la elegí yo solita, a veces maldecir y recordar que soy valiosa y dejar de dar cancha a la mente poderosa, respirar, volver a la coherencia y seguir adelante;
- Encontrar espacio para estar con los caballos pues me recuerdan que la vida es simple y hermosa;
- Preparar la comida para mi familia amorosamente y agradecer a la madre tierra los alimentos que nos provee;
- Dormitar después de comer y dejarme llevar por el sopor de la siesta;
- Atender a las personas que confían en mi para que las acompañe en este viaje con amor y compasión;
- Abrazar a los que quiero, mirar a los ojos, leer mi libro, escuchar música para el alma, meditar en mi espacio sagrado;
- Darme una ducha con agua calentita y ponerme mi pijama de invierno, sentarme en mi sillón;
- Hablar con las plantas, regarlas, trasplantarlas, podarlas, tocar la tierra.
Y también…ESTOY EN ESTE ESTADO DE ENCANTAMIENTO cuando:
- entro en la vorágine del trabajo y no paro en muchas horas,
- me enfado y lo expreso, comunico mis emociones, mi necesidad y pido ayuda a los demás,
- me caigo (con todos los papeles, me vengo abajo) y tengo que levantarme,
- tengo que hacerme pruebas médicas y vibro en el pánico,
- me siento baja de energía,
- los clientes me responden que no pueden contratar el seminario que les presupuesté,
- me doy cuenta que llevo un mes y medio sin escribir en mi blog y mis webs están sin actualizar,
- o llevo mucho tiempo que no hablo con mis amigas del alma.
¿Sabéis por qué?
Porque he elegido “disfrutar”, «vivir con el Placer de cada Día». Es tan simple como eso. Sea como sea, pase lo que pase…lo acepto y lo asumo. Al final de cada día, la magia de la vida reside en poner la intención de vivirla. Y para mi, merece la pena hacerlo con este filtro y además intensamente.
También es verdad que en cuanto tengo ocasión, me subo a una atalaya y observo todo desde arriba y hasta me permito elevar el vuelo como un águila hermosa y sobrevolar todas las situaciones, con las alas bien abiertas, fluyendo y dejándome llevar…..encantada.
Ahora te toca a TI…¿cuánto encantamiento hay en tu vida? ¿conoces la receta para vivir en presente?
Abrazos 🙂