Encontrar «Señales en el camino» que reafirman que «lo que estoy haciendo» es lo que «tengo que hacer» en este momento de la vida, es uno de mis pasatiempos preferidos.

Bueno, la verdad, es que no sé lo que son los «pasatiempos» porque no me gusta que el tiempo pase por mi, sino vivir en presente, en mi tiempo propio. Pero, como hay que emplear palabras que nos suenen a todos, pues lo pongo y ya está.

⇒ Con respecto a Vivir el Presente, en el post El Placer de cada Día te brindo Herramientas que ayudan a estar en presente y vivir con encantamiento.

Recién llegada del paréntesis nutritivo de agosto estoy programando las actividades que voy a ofrecer y también los propósitos para este nuevo período. En relación a lo primero, he tomado la decisión de empezar a desarrollar mi actividad profesional en Madrid compatibilizándola con la que brindo hoy en Cabra. Y para lo segundo, he decidido empezar a practicar de forma regular yoga, a ver, lo he sentido así….¡qué voy a hacer!?

Hace algún tiempo que cuando decido el QUÉ, dejo de preocuparme por el CÓMO y todo fluye muy bien…

Os voy a contar varios ejemplos a lo que yo llamo FLUIR y encontrar señales en el camino. Es divertidísimo y quiero compartirlo porque ¡es la leche¡¡¡¡

Va..

Primera historia.

En relación al desarrollo de mi actividad en Madrid, ya sabéis que ofrezco Consultoría y Evolución además de las actividades de los seminarios y programas Horsense Spain a través de mi Escuela de Liderazgo asistida por caballos…

Pues bien, un domingo del mes de julio, huyendo del calor de la capital española, mi pareja y yo decidimos organizar una excursión a la Sierra de Guadarrama. Llegamos a Cercedilla y el camino en el que siempre aparcamos el coche estaba con un atasco y decidimos cambiar a otra ruta. Aparcamos el coche y empezamos a andar a pie. En el camino, vimos un cartel que inscribía «Granja biodinámica y ecológica Rio Pradillo-Castilla Verde, visitas guiadas». Sin intención de nada, entramos para curiosear y preguntamos qué eran las visitas. Nos invitaron a incorporarnos a un grupo y conocimos un proyecto precioso liderado por Fernanda y Pablo (apasionado de los caballos por cierto).

El tema es que, al final, les comenté a lo que me dedico y que estaba interesada en encontrar un lugar con caballos hermosos y con buena energía como esa finca para ofrecer seminarios en Madrid. Me dijeron que les enviara la info y que lo verían porque tenían caballos en unos prados más abajo. Ante mi pregunta de «si tenían una sala para proyectar videos y la parte teórica» me respondieron que al lado había un lugar que lo alquilaban para hacer formaciones, en mitad de una Sierra con una energía brutal….un edificio de madera precioso con una sala de formación increíble.

Quedé en enviar info para que me conocieran mejor. Me fui más feliz que una perdiz.

Segunda historia

Esta señal sucedió unos días después.

Después de una cita en el centro de Madrid me detuve a tomar un café y puse en Google, «centros de desarrollo personal cerca de mi ubicación»…..me salió un lugar en una calle cercana, en una zona muy bonita. Llamé por teléfono sin pensar, no era el horario de atención y nadie respondió. Empecé a andar en dirección al lugar….llegué a la puerta, llamé y me abrió una chica encantadora, le dije :»no sé qué hago aquí pero estoy interesada en encontrar un lugar con buena energía para ofrecer mis sesiones de consultoría». Me enseñó el Centro, me encantó y quedé en enviar info para que me conocieran. Imaginaros….de nuevo más feliz que otra perdiz.

Tercera historia:

Escenario: Vuelta de las vacaciones.

Mi pareja me hace un regalo: una entrada para ir a ver a «El Brujo», en una obra de teatro que se estrenaba ese día Autobiografía de un Yogui  (que recomiendo encarecidamente). Una obra profundísima en la que aborda el Diario de un Yogui desde una perspectiva actual y práctica para la vida cotidiana….desternillante y conmovedora. Cuando llegamos, me encuentro que la música del teatro es un mantra, que el escenario está decorado como una sala de meditación y toda la obra (que es un monólogo y un diálogo con el público) se lo pasa hablando de «somos luz», «somos uno», «la divinidad en nosotros» jajajaja¡¡ como las meditaciones que yo guío….¡me emocionó!. De nuevo, más feliz que una tercera perdiz.

Resultados (para no hacer el cuento largo -como dicen en México-):

Señal 1: acuerdo con la finca Castilla Verde-Rio Pradillo, el mejor lugar, con la mejor energía y unos caballos espectaculares en libertad.

Señal 2: acuerdo con el Centro de Desarrollo Personal El Girasol en la Calle Ayala (Barrio de Salamanca) para pasar consulta los martes y hacer sesiones de meditación. La reunión con Matilde la directora fue un encuentro precioso, lleno de complicidad y buenos propósitos.

Señal 3: empiezo a practicar yoga por llegar, sin querer, a la iluminación del Maestro de El Brujo. ¡Estoy convencida que mi cuerpo y mi alma me lo agradecerán!

Gracias por leer hasta aquí, espero que te haya aportado algo. Si es así y quieres compartir conmigo las señales que vas encontrando en tu camino, te animo a que salgas del armario y hagas comentarios a este post, así todos nos nutrimos…..

Seguimos¡¡¡¡